He leído con interés las cartas publicadas en el Diario de Navarra de los cazadores que están en contra de la obligación de contratar un guarda de caza en los cotos de Navarra. Fundamentalmente las razones son económicas, ya que pueden llegar a incrementar los gastos de las sociedades de cazadores hasta en un 400% en algunos cotos pequeños. No puedo estar más de acuerdo con todas ellas, pero me gustaría añadir algunas cosas más.
En primer lugar, la mayoría de los cazadores de muchos cotos somos gente mayor. Cálculo –por los cotos en los que voy a cazar- que más del 60% de los cazadores a los que les puede afectar esta medida, somos jubilados. Cargar con un incremento tan descomunal de las cuotas a personas de avanzada edad, con pocos recursos y a los que pocas diversiones y entretenimientos nos quedan, es no saber de que va el asunto. Además es de las pocas actividades que nos puede estimula a salir al campo y a hacer algo de ejercicio al aire libre. Si las cuotas se elevan tanto, muchos de nosotros vamos a tener que dejar esta afición. ¿Por qué nos quieren amargarnos los últimos años que nos quedan?.
Además, leyendo las funciones que la ley otorga a los guardas (vigilancia, colaboración en la elaboración de los planes de ordenación, mejora del habitat, etc) es algo que los propios socios de los cotos ya venimos. Con la situación económica en la que estamos inmersos, ¿realmente es necesario, e inteligente, contratar a una persona para algo que podemos hacer nosotros mismos. Tiempo y experiencia nos sobran. Tanto que nos piden esfuerzo y apretarnos el cinturón, este puede ser un buen ejemplo.
Por último, una de las cosas que funciona bien en la caza en Navarra, es precisamente la caza social. Los terrenos comunales del pueblo (que al fin y al cabo son de la gente del pueblo) junto con los terrenos privados, se ceden a los cazadores locales. En Navarra en general, la caza no es muy abundante por lo tampoco las cuotas por ser socio de un coto suelen ser muy altas. Así, por poco dinero podemos cazar en el propio pueblo, aunque las perchas suelan ser escasas. Imponer un guarda va a suponer que mucha gente (especialmente la gente mayor) va a dejar los cotos de caza por cuestiones económicas, y la caza social que funcionaba razonablemente bien, va a desaparecer tal y como la conocemos. ¿Realmente el personal de Caza y Pesca entienden lo que es la caza social?. ¿Porque se empeñan en legislar en contra de lo que es bueno para los ciudadanos?. Puede ser porque -como alguien dijo- el arte de la política es buscar problemas, encontrarlos y dar soluciones erróneas.
Santiago Cabodevilla Bariain.
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