Un vertido de pintura y productos de limpieza provocó la muerte de más de 3.500 truchas en el río Llamo, a la altura de la localidad de Felguera (Riosa). Tras las primeras investigaciones, la Guardia Civil descubrió al presunto autor del vertido, J. D. F. C., vecino de Felguera, al que se le imputa un delito contra los recursos naturales y el medio ambiente.
Los hechos ocurrieron en la mañana del pasado miércoles. Agentes del puesto de la Guardia Civil de Riosa observaron la existencia de mucha espuma y manchas blancas en las aguas del río Llamo. Tras recorrer un tramo cauce arriba, localizaron el vertido, que salía de una alcantarilla en Felguera, por lo que iniciaron las averiguaciones pertinentes. Como consecuencia de las mismas, los agentes identificaron al presunto autor del vertido, J. D. F. C., que había estado pintando y había arrojado los restos de productos de limpieza y pintura al sistema de alcantarillado, que vierte directamente al río. La Guardia Civil le imputa un presunto delito contra los recursos naturales y el medio ambiente, tal y como señalaron ayer fuentes de la Benemérita.
Los agentes también se pusieron en contacto con la Consejería de Agroganadería y recursos Autóctonos, personándose más tarde en el lugar los guardas de Medio Natural e Impacto Ambiental. Los guardas, en colaboración con los miembros de la Guardia Civil de Riosa, realizaron tres muestreos en tramos de unos treinta metros aproximadamente, que dieron una estimación de unas 3.500 truchas muertas en un tramo de río afectado de unos 705 metros. De hecho, a pesar de haberse realizado ya labores de limpieza en el cauce por parte de los guardas del Principado de Asturias, todavía ayer se podían encontrar truchas muertas de diferentes tamaños diseminadas por distintos puntos del río, aunque ya no había rastro de la espuma ni tampoco se apreciaban manchas blancas en el agua, que bajaba limpia de la montaña.
La existencia del vertido en el río Llamo también pasó desapercibida para la mayoría de los vecinos del pueblo riosano de Felguera. Muchos de ellos se mostraban ayer sorprendidos al tener conocimiento de los hechos, así como de la muerte de las truchas, afirmando que desconocían al presunto autor del vertido. La localidad de Felguera se encuentra en una ladera del monte, mientras que el cauce baja por el fondo del valle a una distancia considerable de las viviendas del pueblo, de ahí que muchos desconociesen incluso que se había producido el vertido contaminante.
Tras imputar al vecino de Felguera por el presunto delito contra los recursos naturales y el medio ambiente, la Guardia Civil del puesto de Riosa, que fue la encargada de instruir las diligencias del caso, entregó más tarde toda la documentación ante el juzgado de primera instancia e instrucción número tres de Mieres, que será el encargado de ocuparse de la causa contra J. D. F. C., vecino del pueblo riosano de Felguera.
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