Los dos acusados por la muerte de un oso en la localidad
canguesa de Porley comparecieron ayer ante el Juzgado de Instrucción de Cangas
del Narcea, donde se negaron a responder a las preguntas del Ministerio Fiscal.
J. M. A. A., de 50 años, y N. R. F., de 30, sólo contestaron
a las preguntas de sus respectivos abogados, en las que rechazaron los hechos
que se les imputan, y tampoco refrendaron la declaración que prestaron ante la
Guardia Civil en el momento de su detención, en enero.
Las investigaciones comenzaron el pasado agosto, cuando se
localizó un oso pardo atrapado por un lazo de acero en la localidad canguesa de
Porley. El Seprona recogió varias muestras, entre ellas un saco con restos de
un jabalí, cuyos pelos estaban también en el lazo en el que posteriormente
quedó atrapado el oso. A través de esas muestras se llegó a los dos acusados.
Uno de ellos fue, precisamente, el guarda del coto de caza que dio el aviso del
hallazgo del animal.
Tras prestar declaración, ambos han sido imputados por un
delito contra la fauna. Ahora continúa la instrucción, pero todo apunta a que
habrá juicio, según explicó el abogado de la Fundación Oso Pardo (FOP), Carlos
González Antón, que ejerce la acusación particular. El letrado señaló que, en
sus declaraciones, los dos imputados «se desvincularon del lazo, del jabalí
hallado muerto y del oso, y aseguraron que el jabalí había sido atropellado por
otro vecino del pueblo», que es posible que ahora sea llamado a declarar.
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