Pérez señaló que «es la consejería la que debe adoptar medidas en la Reserva de Barayo y no los cazadores, puesto que no tienen permiso para entrar en ella». «Si el Principado quiere jabalíes, que los alimente él, no nosotros -continuó-. Están acabando con el forraje para todo el invierno y las pérdidas que tenemos son elevadísimas e incalculables. Hay que tener en cuenta nuestro trabajo, que no se calcula, y los gastos en semillas, abonos, insecticidas, pesticidas... En algunos casos, las pérdidas pueden llegar e, incluso, sobrepasar los 20.000 euros al año».
La ganadera subrayó que «la situación es muy grave y crítica, puesto que vendemos la cosecha a coste muy bajo en relación a cómo compramos». «Necesitamos la cosecha para recogerla», insistió Mirta Pérez, quien afirmó que, en este tipo de casos, las indemnizaciones que reciben son en forma de subvenciones, de las que Hacienda se lleva un tanto por ciento. «Es decir, que encima que perdemos, tenemos que pagar por ello», criticó.
Aumentar las cacerías
La segunda medida que solicitarán a la consejería es el aumento de las cacerías que, a su modo de ver, no deberían de ceñirse únicamente al concejo naviego, sino también al de Valdés. «De poco sirve que los cazadores lleven los animales hacia el municipio valdesano si allí no hay otro frente», indicó.
La representante de los ganaderos en la reunión sacó a relucir otro de los perjuicios que les causan los jabalíes: el contagio de enfermedades. Según relató en el encuentro, los jabalíes causan desperfectos a lo largo de todo el proceso: desde la siembra hasta el almacenaje. «Necesitamos iniciativas rápidas y eficaces», concluyó.
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